La Ciencia detrás del Rebote Ofensivo en Liga ACB
¿Qué factores influyen en el rebote ofensivo? ¿ Es verdad que los triples generan más rebotes en ataque? ¿Cómo afecta el ritmo de juego? ¿Por qué Felipe Reyes los cogía todos?
"Rebotear, o no rebotear, he ahí la cuestión." — William Shakespeare (Hamlet), versión baloncestística.
Hace un par de meses, Lluís Riera publicó este post en Linkedin hablando del TFM que acababa de presentar en el cual analiza la posición donde caerá el rebote dependiendo del lugar de lanzamiento mediante un modelo de machine learning entrenado con imágenes de vídeo. Algunos seguimos expectantes de ver sus resultados, así que mientras tanto, ¿por qué no hablamos un poco del rebote ofensivo?
El Rebote Ofensivo
El rebote ofensivo ha sido tradicionalmente considerado un arte dentro del baloncesto: una mezcla de timing, posicionamiento y determinación. Capturar el rebote ofensivo representa una de las acciones más valiosas en el baloncesto moderno. Cada rebote ofensivo no solo prolonga la posesión, sino que genera un efecto dominó que desorganiza a la defensa rival, creando tiros más cómodos y situaciones ventajosas cerca del aro.
Dean Oliver, al que conocimos en un artículo anterior, identificó el rebote ofensivo como uno de los 4 Factores determinantes del éxito en el baloncesto, junto a la eficacia en el tiro, las pérdidas de balón y la capacidad para forzar tiros libres. El porcentaje de rebote ofensivo mide la habilidad de un equipo para recuperar sus propios fallos y, por lo tanto, aumentar el número de posesiones disponibles. Esta capacidad permite que incluso equipos con menor eficacia en el tiro puedan compensar sus carencias generando más oportunidades de anotación.
Rebote Ofensivo vs Distancia de Tiro
El análisis de los rebotes según la distancia del tiro revela un patrón bastante marcado: cuanto más lejos se produce el lanzamiento, menor es la probabilidad de capturar el rebote ofensivo. Los datos de la ACB 2024-25 muestran una progresión clara que comienza con un notable 34,7% de rebotes ofensivos en tiros cercanos al aro (menos de 2,5 metros) y desciende gradualmente hasta un 29% en los tiros de tres puntos.
Esta tendencia desmiente una de las creencias más arraigadas en el baloncesto: que los triples generan más rebotes ofensivos. La realidad es justamente la contraria. Los tiros cercanos al aro no solo producen mayor porcentaje de acierto, sino que también generan casi 6 puntos porcentuales más de rebotes ofensivos que los triples.
La gráfica de distribución de rebotes por distancia ilustra este fenómeno:
El área azul (rebotes defensivos) aumenta progresivamente con la distancia hasta la línea de triple, mientras que el área roja (rebotes ofensivos) disminuye consistentemente. Las barras grises muestran que el volumen de tiros se concentra en las zonas extremas: cerca del aro y más allá de la línea de triple.
Particularmente interesante es el ligero repunte en el porcentaje de rebotes ofensivos que se observa en tiros lejanos (más allá de 7 metros). Este fenómeno puede explicarse porque los rebotes de tiros extremadamente largos tienden a ser más impredecibles en su dirección y distancia, creando más oportunidades para el rebote en ataque.
Rebote Ofensivo vs Ritmo de Juego
Uno de los hallazgos más reveladores de este análisis es la fuerte correlación positiva entre el ritmo de juego (PACE) y la efectividad en el rebote ofensivo (%REB). Los equipos que juegan a mayor velocidad no solo generan más posesiones, sino que también capturan sus propios rebotes con mayor eficiencia.
Podemos observar este hecho en la siguiente tabla que muestra el ranking en ritmo y % de rebote ofensivo para cada equipo de la Liga ACB:
BAXI Manresa y Valencia Basket, líderes en ritmo de juego, destacan también en las estadísticas de rebote ofensivo. Esta no es una coincidencia estadística: el "caos controlado" que generan los equipos de tempo alto crea más oportunidades para el rebote ofensivo. Las defensas, menos organizadas en transiciones rápidas, permiten que los atacantes busquen el rebote con mayor agresividad y mejor posicionamiento.
Este estilo de juego basado en un ritmo alto y un elevado volumen de triples está también cada vez más de moda en Europa, donde encontramos a equipos como Paris Basketball o Bayern Munich. Hace dos décadas, los Phoenix Suns entrenados por Mike D’Antoni y comandados por un genial Steve Nash ya revolucionaron la NBA jugando posesiones muy cortas y haciendo un uso elevado del lanzamiento exterior para aprovechar el desorden en las defensas rivales. Para los curiosos, aquí dejo un artículo donde se explica mucho mejor el “seven seconds or less” al que jugaban aquellos Suns.
Rebote Ofensivo Tras Tiro Libre
Según los datos de la ACB 2024-25, el porcentaje promedio de rebote ofensivo en tiros libres fallados se sitúa en torno al 18%, significativamente inferior a los porcentajes observados en tiros de campo. Esta diferencia se explica por las características específicas de la situación: la defensa tiene tiempo para posicionarse correctamente, los reboteadores ofensivos están limitados por el reglamento en cuanto a su ubicación inicial, y la proximidad al aro favorece a los defensores más cercanos.
El rebote ofensivo tras tiro libre representa una de las situaciones más predecibles del baloncesto, pero paradójicamente, también una de las más desaprovechadas por muchos equipos de la ACB. Los datos revelan diferencias abismales entre equipos: mientras que UCAM Murcia lidera esta categoría con un impresionante 28,2% de rebotes ofensivos tras tiros libre fallado, otros equipos como el Real Madrid solo captura el 12,8% de rechaces.
Estrategias de Rebote Ofensivo
¿Cuál es la estrategia óptima para atacar el rebote ofensivo?
Pues como casi todo, depende. Veamos algunos ejemplos.
El Lenovo Tenerife, por ejemplo, que juega al ritmo más lento de la liga, muestra también uno de los porcentajes más bajos de rebote ofensivo. También es el caso de equipos como Dreamland Gran Canaria y Joventut. Esto sugiere que los equipos que prefieren un juego más pausado suelen ser más selectivos con las situaciones en las que envían jugadores al rebote ofensivo.
Por otro lado, equipos como Valencia Basket han encontrado la fórmula para maximizar sus segundas oportunidades: combinan un ritmo alto de juego con una agresiva aproximación al rebote ofensivo, especialmente después de lanzamientos triple. Sus números respaldan esta estrategia, liderando esta categoría capturando el 37% de rebotes ofensivos.
Por otra parte, equipos como Unicaja y Barça juegan a un ritmo elevado pero tienen un % de rebote ofensivo bajo.
Conclusiones
El análisis de los datos de la ACB 2024-25 nos permite concluir que el rebote ofensivo es una faceta del juego que responde a patrones claros y medibles, donde la distancia del tiro y el ritmo de juego juegan un papel fundamental.
Un breve resumen:
La distancia de tiro es determinante para capturar rebotes en ataque. Por lo general, a menor distancia de tiro, mayor probabilidad de rebote ofensivo.
Los datos contradicen el mito de que los triples generan un mayor % de rebote ofensivo que los tiros de 2, aunque sí que superan a los tiros de media distancia, sobre todo en equipos que juegan a un ritmo alto.
Existe una correlación positiva entre el ritmo de juego y la eficiencia para capturar rebotes ofensivos. Los equipos que juegan más rápido tienden a atacar con mayor agresividad el rebote en ataque.
Tengo interés mío personal 😊 de donde son los datos distancia de tiro, zona de rebote, y el de porcentaje de rebote según ritmo, Sinergy?
Un ritmo alto está correlacionado con un mayor porcentaje de rebotes ofensivos. Pero entiendo que también lo está con un bajo porcentaje de rebotes defensivos, ya que el rival también tendrá un ritmo alto y alto porcentaje de rebotes ofensivos. ¿Es así?
De ser así, sería un poco lo comido por lo servido.